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Los cuidadores y la depresión

No es sorprendente que familiares que brindan cuidado experimenten depresión. Como cuidador, usted está en una situación difícil. La compasión de los amigos y la preocupación de los proveedores de salud están centrados en su ser querido- mientras tanto nadie presta atención a cómo los dolorosos cambios que están ocurriendo en su vida lo pueden estar afectando. Con el pasar del tiempo usted puede comenzar a sentirse solo y menospreciado. Estos sentimientos, junto con el hecho de saber que sus responsabilidades como cuidador pueden durar toda la vida, lo convierte en el blanco perfecto para la depresión.

 

Por supuesto, no todos los cuidadores sufren de depresión pero, muchos sí. Tanto como el 72% de las personas que cuidan a seres queridos que sufren de enfermedades poco comunes expresan tener sentimientos de depresión. Los cuidadores de personas con enfermedades poco comunes que proveen 36 horas o más de cuidado a la semana son más propensos a presentar síntomas de depresión o ansiedad que aquellos que no son cuidadores. En aquellos que cuidan de un padre, la tasa de depresión aumenta al doble; y en cónyuges la tasa es seis veces mayor.

 

De modo que si usted es una de las muchas personas que cuida de un ser querido que sufre de una enfermedad poco común, y en ocasiones sufre de depresión, no está solo. La depresión es una consecuencia muy común de brindar cuidado. Si usted es una de las personas que brinda cuidado y sufre de depresión, puede que se pregunte ¿por qué a mí?, pero seguramente nunca encontrará la respuesta. La pregunta más importante que debe hacerse es: ¿qué puede hacer con la depresión cuando prácticamente ha consumido toda su vida?

 

Buscar ayuda es el paso más importante sin embargo, hay que admitir que no siempre es tan fácil. Son los mismos síntomas de la depresión, tales como el letargo o la desesperación, los que pueden evitar que busque ayuda. Puede que se sienta avergonzado por lo que piensa es el estigma de la depresión y simplemente niegue que algo anda mal. O quizás ha estado triste por tanto tiempo que piense que es normal sentirse mal. Todo esto puede evitar que tome el paso más importante: buscar ayuda.

 

Si piensa que sufre de depresión, o conoce a alquilen que sufre de depresión, busque ayuda. La depresión tiene cura pero, usted no puede solo. Si la idea de tratar de averiguar cómo encontrará el tratamiento que realmente necesita parece abrumadora, no se desanime. Lo más importante es entender que necesita ayuda y salir a buscarla. Existen recursos que lo pueden ayudar a encontrar el camino a la recuperación y a una vida más feliz.

 

 

Consejo contra la depresión

 

Entienda que incluso el acto más sencillo lo puede encaminar hacia la recuperación y puede que eso sea único a lo que esté dispuesto al principio.

 

Los cuidadores de personas con enfermedades poco comunes nos han comunicado que a veces los cambios en la rutina diaria les han ayudado a alivianar la depresión.

 

Dar una caminata corta, dormir lo suficiente y recordar comer regularmente puede ser difícil pero, puede tener un impacto positivo en la depresión.

 

Trate de hablar con un amigo o familiar sobre lo que siente o haga un listado de las cosas que lo molestan.

 

En terapia, grupos de apoyo o foros en línea usted puede comunicar su dolor por lo que ha perdido y lidiar con su coraje o tristeza.

 

Puede aprender a aceptar no solo la realidad de su vida como cuidador sino también, sus posibilidades.

 

Al ayudar a otros, usted puede descubrir cosas de usted mismo que de otra forma nunca hubiera descubierto.

 

Y los medicamentos también pueden ayudar, de ser necesario.

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